Tú eres mi droga.
Eres el único que a conseguido que este alegre en los peores momentos,
triste en los buenos, pero sobre todo, tú has hecho que
tuviera una razón en la que creer.
Pero esa razón se desvaneció, en aquel ''inspirado''
beso, abrazo, como quieras recordarlo y llamarlo.
Intenté olvidar todas aquellas cosas que me
decían sobre ti, simplemente,
me comí el orgullo.
Me comí mi dignidad por ti.
¿Para qué?
Para que luego te divirtieras mirándome como intentaba
arrepentirme de todo lo que sucedió,
de todo el orgullo que aposté por ti, de toda aquella
alegría e ilusión.
Simplemente, eres una droga,
que en algún momento, dejaré de ''chutarme''.
Y cuando ya no lo haga..Querrás que
vuelva hacerlo,
y probablemente lo haga.
Pero, ¿sabes qué?
Que más dignidad no pierdo por ti.
La droga, en todos los sentidos es mala..
Como todas aquellas personas, razones.. que te hacen probarla.
Procura no fiarte de nadie, ni de nada.
Puede ser tu mayor error.
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