Una de las mejores maneras con las que puedes aprender,
es tropezar con una piedra, no importa como sea esa piedra,
si grande o pequeña,
el echo es que te tropieces con ella.
Porque si tropiezas y caes, sentirás el golpe
que te abrirá los ojos, y con ellos un pequeño estímulo,
que será el que llegará a la cabeza,
y será con ella con la que podrás reaccionar.
Y una vez que reacciones, tú serás el que decida
lo Bueno o lo Malo,
porque Regular, o Intermedio..no existe.
Con los pequeños tropiezos y golpes,
aprendes más que con mil palabras,
una y otra vez repetidas.
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